Un nuevo caso de tráfico ilegal de fauna silvestre vuelve a encender las alarmas en Medellín.
Una hembra adulta de mono capuchino ingresó en estado crítico al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, evidenciando las graves consecuencias de la tenencia ilegal y el maltrato animal.
Lea también: Medellín refuerza campaña de adopción responsable para evitar el abandono de animales en temporada decembrina
El rescate se produjo tras una denuncia ciudadana realizada a la línea de fauna silvestre, que alertó sobre la presencia del primate en una unidad residencial de la ciudad. Durante la valoración inicial, el equipo veterinario encontró a la hembra con incapacidad para desplazarse adecuadamente, cojera en uno de sus miembros inferiores, múltiples heridas abiertas, hematomas visibles en el rostro y el pecho, así como sangrado en la cavidad oral. Varias lesiones estaban cubiertas con cremas, lo que sugiere intentos inadecuados de tratamiento en condiciones de cautiverio.
“El animal fue recibido con síntomas severos de desnutrición y heridas infectadas, lo que confirma que permanecía en cautiverio y era víctima de maltrato”, explicó Andrés Gómez, supervisor del CAVR, al detallar el delicado estado clínico del primate.
Un problema recurrente y sin distribución natural en el Valle de Aburrá
De acuerdo con cifras oficiales, entre 2024 y 2025 han ingresado al CAVR nueve monos capuchinos, todos procedentes del tráfico ilegal. La autoridad ambiental recordó que esta especie no tiene distribución natural en el Valle de Aburrá, por lo que su presencia en el territorio siempre está asociada a actividades ilícitas.
El tráfico de monos capuchinos implica capturas forzadas, la ruptura de sus grupos sociales y, en muchos casos, la muerte de otros individuos durante el proceso de extracción. Estas prácticas no solo vulneran el bienestar animal, sino que generan un impacto ambiental profundo y duradero.
Importancia ecológica y daño a los ecosistemas
En Colombia, el mono capuchino habita de forma natural en regiones como el Caribe, la frontera con Panamá, la costa Pacífica, la cordillera Occidental, la isla Gorgona, el valle del río Cauca, Urabá y zonas ribereñas de los ríos Magdalena y San Jorge. La extracción de estos animales de sus ecosistemas afecta directamente la dinámica ecológica, especialmente procesos clave como la dispersión de semillas, fundamentales para la regeneración y la salud de los bosques.
Llamado a la ciudadanía: la fauna silvestre no es mascota
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá reiteró que la fauna silvestre no es mascota y no pertenece a hogares, jaulas ni a la tenencia humana. Cualquier forma de cautiverio constituye maltrato y es sancionable por la ley.
Las autoridades hicieron un llamado enfático a la ciudadanía a no apoyar la tenencia ilegal, rechazar cualquier forma de violencia contra los animales y denunciar los casos de cautiverio o comercialización ilegal. La protección de la fauna silvestre es una responsabilidad colectiva y una condición esencial para la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad del país.
Esta es la programación oficial de la Fiesta de los Negritos en el Retiro, Antioquia https://t.co/PvGGSZsohA @elretiroant
— http://www.elmetro.co (@ElmetroCo) December 20, 2025




