El último día de noviembre cerró con uno de los balances más violentos del mes en Medellín. Cuatro nuevos homicidios, ocurridos en menos de 12 horas, elevaron a 301 las muertes registradas en 2025, un incremento del 7 % frente al mismo periodo del año anterior, según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC).
La jornada inició al mediodía en el barrio Boston, en La Candelaria, donde Marco Guillermo Cerro Moreno, de 38 años, fue asesinado con arma cortopunzante dentro de una vivienda.
Horas después, la violencia se trasladó al Noroccidente: a las 5:20 p. m. fue hallado un hombre sin identificar, de unos 25 a 30 años, con impactos de arma de fuego en el sector Terminal de Transporte de Castilla.
Dos minutos más tarde, otro hombre —también sin identificar— fue asesinado bajo la misma modalidad en el barrio Aures No. 1, en Robledo.
El día cerró con un cuarto crimen: a las 11:01 p. m. Juan Felipe Rodríguez Caro, de 38 años, fue atacado dentro de un establecimiento comercial en el corregimiento de San Sebastián de Palmitas.
Aunque las cifras por sí solas son alarmantes, el SISC advierte que el principal detonante de la violencia está siendo la intolerancia.
Este año, los homicidios asociados a riñas y conflictos de convivencia crecieron un 37 %, superando incluso a los atribuibles a estructuras criminales.
Comunas como Manrique, que duplicó sus casos con 28 homicidios, y el corregimiento de Palmitas, con un aumento del 150 %, reflejan la tendencia. De mantenerse este ritmo, la tasa de homicidios en Medellín cerraría el año en 13,06 por cada 100 mil habitantes.
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